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23/2/08

El Efecto "Rebote"

Todo cambio de peso provoca una modificación de los rendimientos energéticos del organismo.Este se explica debido a que el incremento del consumo de alimentos produce un aumento de masa grasa, masa magra y peso del organismo.


Si aumenta el peso del individuo, las necesidades energéticas mínimas del organismo para mantenerlo también aumentan, representando un límite para el aumento de peso.
Inversamente, si se desarrolla un mayor esfuerzo físico cotidiano, el consumo energético mínimo aumenta debido al consumo de energía que el ejercicio representa. Por lo tanto, si se ingiere la misma cantidad de alimentos sin realizar ejercicios, entonces el cuerpo quemará energía de reserva, representada por las grasas en el organismo y así reducirá su peso.
Toda reducción de aportes energéticos, hace disminuir la masa grasa y después la masa magra, provocando la disminución de la curva de adelgazamiento que acaba estabilizándose incluso en el caso de aportes energéticos muy reducidos.
Este equilibrio energético representa un problema para aquellas personas que inician una actividad física periódica e incrementan la cantidad de alimentos que consumen.
Al momento en que abandonen la continuidad en el ejercicio, entonces inevitablemente incurrirán en un aumento de peso debido a que normalmente mantienen el volumen de alimentos.
Por lo general esto se ve en personas que inician una dieta de calorías fijas y actividad física que la acompaña. Cumplido el objetivo de reducción de peso, muchas personas abandonan la dieta y/o el ejercicio. Al haber reducido su peso, su consumo energético mínimo también habrá disminuido, por lo que no deben volver a una alimentación sin límites, sino cuidar la cantidad de calorías que ingieren.
En el caso de haber alcanzado el objetivo de reducción de peso y abandonar la actividad física, entonces harán disminuir su consumo energético diario, por lo que aumentarán de peso nuevamente en caso de no cuidar la cantidad de energía que consumen.
Este efecto por el cual quienes redujeron su peso, luego lo aumentan se denomina efecto 'rebote'.
Contrario a la opinión generalizada, el organismo no cambia su masa fácilmente y de forma duradera, si sólo se modifican los aportes alimenticios. Ésto, es lo que refuerza el importante papel de la actividad física en la obtención del peso y forma deseados.

¡No más dietas matahambre!

NADA DE SACRIFICIOS A LO FAQUIR, PUES CON EL RÉGIMEN ADECUADO SE PUEDE BAJAR HASTA 6 KILOS EN UN MES Y ASÍ ESTAR LISTAS PARA LUCIR ESOS BIKINIS QUE TANTO ANSIAMOS.
La belleza del cuerpo es un viajero que pasa; pero la del alma es un amigo que queda. Saavedra Fajardo
Un novio me decía: "Mi ex era como un ascensor: subía y bajaba de peso". Aunque el comentario sea malvado, es una triste realidad, chicas. Y es que, a la larga, las dietas matahambre lo único que logran es trastornar --más que a nosotras-- a nuestro organismo y terminan alterándolo de modo tal que luego de lucir como un fideo, en poco tiempo recuperaremos no solo ese peso sino que cuatro veces más de lo que teníamos, perjudicando además nuestra salud.
NO REBOTE
Lo comentado arriba no es broma, asegura la nutricionista Victoria Chimpén. "Las dietas drásticas no reducen las grasas, sino que afectan y bajan la masa muscular, porque lo que hace el organismo cuando no se ingieren alimentos es proveerse de las reservas. Por ello, una vez que empiezan a comer normal, se sube rápido de peso, porque el proceso de alimentación regular se rompió y como el cuerpo necesita nutrientes que ha perdido agresivamente, empieza a asimilarlos como si se tratase de una situación de supervivencia", explica la consultora del Ministerio de Salud.
De esta forma todo lo poquito que se ingiere se asimila cuatro veces más de lo normal (en proporción aproximada) porque lo que ingresa tiene que ser aprovechado inmediatamente. He ahí el efecto rebote.
AGUA Y MÁS AGUA.- El tema del agua va más allá de engañar al estómago llenándolo con líquido --que es cierto, sí funciona--, sino para evitar la deshidratación que altera nuestro sistema nervioso, lo que puede llegar a incrementar la ansiedad y con ello llevarnos a romper el régimen. "Las dietas deben ser equilibradas y siempre considerando la presencia de frutas, verduras y agua, que contribuirán a mantenernos hidratadas y nutridas. Además, se debe asegurar la presencia de los alimentos proteicos como carnes, lácteos descremados, quesos y huevo. También incluya fuentes de carbohidratos como cereales y grasas como el aceite de oliva", dice la nutricionista Vivian Geller.
Así que aprenda a ser disciplinada y no se torture más sin comer.

Fuente: El comercio-Perú.